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Así funcionaba la economía en el franquismo: de la pobreza al “milagro”

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la economia en el franquismo
la economia en el franquismo

La economía franquista pasó de dos décadas de miseria bajo la autarquía (1939-1959), donde el hambre y el mercado negro dominaron la vida cotidiana, al llamado «milagro económico» tras el Plan de Estabilización de 1959. Entre 1960 y 1973, España creció al 7% anual gracias al turismo masivo, las remesas de emigrantes y la inversión extranjera, convirtiéndose en la segunda economía de mayor crecimiento mundial después de Japón. Este desarrollo económico, aunque tardío y a costa de enormes sacrificios sociales, sentó las bases materiales que harían posible la transición democrática tras la muerte de Franco.

Los años de hambre: la autarquía económica

El sistema autárquico y sus consecuencias

Tras la Guerra Civil, el régimen franquista impuso un sistema autárquico basado en el autoabastecimiento y el aislamiento del mercado internacional. El Estado controlaba la producción, el precio y el abastecimiento de los productos de primera necesidad, en un intento por crear una economía cerrada que el régimen consideraba patriótica y necesaria para la independencia nacional.

Este modelo económico provocó una crisis permanente que supuso el retroceso más grave en los niveles de bienestar de la población en los últimos 200 años de historia española. El nivel de renta no se recuperó hasta los años cincuenta, y en 1950 el índice de consumo de carne por habitante era el 50% del que se había alcanzado veinte años antes.

El sistema autárquico y sus consecuencias
El sistema autárquico y sus consecuencias

El estraperlo y la corrupción generalizada

Muchos productores falsificaban los datos de producción para vender sus alimentos a un precio más caro en el mercado negro, actividad fraudulenta conocida como estraperlo. Una parte importante de los bienes esenciales de consumo pasaron a depender del mercado negro, que era la única forma de sortear los controles y los precios oficiales, y también la única vía de supervivencia para mucha gente.

La corrupción alcanzó niveles tremendos porque tuvo que ver con las penurias de la inmensa mayoría de la población. Entre los estraperlistas se encontraban desde productores agrícolas hasta funcionarios y altos cargos del régimen, que facilitaban ese tráfico a cambio de jugosas comisiones.

El fracaso del modelo

El historiador Carlos Barciela señaló que la primera década franquista, caracterizada por la autarquía, cosechó un fracaso sin paliativos en su intento de convertir a España en una potencia imperial y militar. Barciela afirmó que ni los años de la guerra ni la exclusión de España del Plan Marshall pueden explicar la magnitud de la crisis, sino que hay que referirse a las propias decisiones políticas del régimen.

La defensa de la autarquía suponía una aberración desde el punto de vista económico, ya que para un país pequeño como España pretender un desarrollo basado en el mercado interior y en sus propios recursos revelaba una ignorancia de los más elementales principios económicos.

El punto de inflexión: el Plan de Estabilización de 1959

Las condiciones previas

En 1959 España era, junto con Portugal, el país más pobre de Europa occidental. A mediados de los años cincuenta, la inflación se había disparado hasta un alarmante 15%, la deuda pública se había elevado y la balanza de pagos presentaba un déficit comercial muy alto que redujo alarmantemente las divisas del país.

el Plan de Estabilización de 1959
El Plan de Estabilización de 1959

Las medidas del plan

El Plan de Estabilización fue elaborado por los economistas Juan Sardá y Enrique Fuentes Quintana, y figuras como Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio fueron claves para el giro aperturista que terminó adoptando el franquismo.

Las medidas incluyeron el control y reducción del gasto público, la elevación de los ingresos del Estado, y la liberalización del comercio exterior e interior. Se suprimieron las licencias de importación de numerosos bienes, se unificó el tipo de cambio de la peseta y se devaluó en un 30%, y se levantaron muchas restricciones a las inversiones extranjeras.

Resultados a corto plazo

En 1959 se produjo un superávit de la balanza de pagos de 81 millones de dólares, las reservas de divisas del Banco de España se incrementaron, y la inflación se redujo desde el 12,6% en 1958 hasta el 2,4% en 1960.

Sin embargo, la estabilización también supuso en el corto plazo un notable freno de la producción española, con congelaciones salariales y fuertes descensos del consumo y la inversión, y el consiguiente aumento del paro. Los salarios cayeron alrededor del 50%, y los trabajadores se veían obligados a prolongar sus jornadas hasta las 10 o 12 horas.

El «milagro económico» español

El crecimiento acelerado

Entre 1959 y 1973, la economía española creció a una media aproximada del 7% anual, la segunda más alta del mundo en esos años, solo por detrás de Japón. El crecimiento acumulado en España durante el periodo comprendido entre 1960 y 2015 fue del 533%, claramente por delante del 323% de la Unión Europea.

El "milagro económico" español
El «milagro económico» español

Los factores del crecimiento

Entre las causas del crecimiento se encuentran la llegada de divisas procedentes de los emigrantes, el favorable contexto económico internacional, la apertura de la economía española, sus bajos costos laborales que favorecían la inversión extranjera, y el boom del turismo.

De 6 millones de turistas en 1960 se pasó a más de 34 millones en 1973, y entre 1959 y 1973 las ganancias del sector turístico aumentaron un 2.403%. El régimen franquista explotó el turismo de sol y playa mediante la declaración de Zonas de Interés Turístico Nacional.

La emigración masiva

Para el período 1960-1969, la cifra de emigración desde España a Europa alcanzó 1.320.752 personas. Sin la espita de la emigración, el paro se habría elevado a cifras muy importantes, y las remesas de emigrantes no habrían alcanzado tan altos valores.

Los planes de desarrollo

A partir de 1957, Franco integró en el gobierno a un grupo de tecnócratas con buena formación económica, en su mayoría vinculados al Opus Dei. Se implementaron tres Planes de Desarrollo Económico y Social durante las décadas de 1960 y 1970, que incluían la creación de polos industriales en distintas regiones españolas.

Transformación social

Este crecimiento sin precedentes transformó radicalmente la estructura social española. Joan Sardá Dexeus afirmó que la Transición se pudo hacer porque todo el mundo tenía un Seat 600, es decir, porque los frutos del Plan de Estabilización propiciaron un aumento de la clase media española.

El fin del «milagro» y sus consecuencias

La crisis del petróleo entre 1973 y 1979 terminó este crecimiento y a partir de entonces la economía siguió una trayectoria ascendente más leve y menos dinámica. Al unirse a la Comunidad Económica Europea en 1986 y en plena reconversión industrial, España ya era plenamente un país industrializado de primer orden.

Sin embargo, el historiador Santos Juliá señaló que lo que define a los años sesenta no es el comienzo del proceso de modernización, sino la reanudación de una historia paralizada por una voluntad política victoriosa al término de una guerra civil. El régimen franquista había retrasado décadas el desarrollo natural que España podría haber experimentado bajo un sistema democrático.

La economía franquista pasó de dos décadas de miseria bajo la autarquía (1939-1959), donde el hambre y el mercado negro dominaron la vida cotidiana, al llamado «milagro económico» tras el Plan de Estabilización de 1959. Entre 1960 y 1973, España creció al 7% anual gracias al turismo masivo, las remesas de emigrantes y la inversión extranjera, convirtiéndose en la segunda economía de mayor crecimiento mundial después de Japón. Este desarrollo económico, aunque tardío y a costa de enormes sacrificios sociales, sentó las bases materiales que harían posible la transición democrática tras la muerte de Franco.

El fin del "milagro"
El fin del «milagro»
PeriodoCaracterísticasDatos Clave
Autarquía (1939-1959)Sistema económico cerrado y autosuficiente
Control estatal de producción y precios
Racionamiento hasta 1952
Mercado negro generalizado (estraperlo)
Corrupción masiva
Hambre y miseria generalizada
País más pobre de Europa occidental
Inflación: 15% (1956)
Consumo de carne: 50% respecto a 1935
Nivel de renta de 1935 no se recuperó hasta los años 50
Plan de Estabilización (1959)Liberalización económica
Devaluación de la peseta (30%)
Apertura a inversión extranjera
Reducción del gasto público
Entrada en FMI y organismos internacionales
Inflación bajó a 2,4% (1960)
Superávit de 81 millones de dólares
Caída salarial: 50%
Aumento del paro inicial
«Milagro Económico» (1960-1973)Crecimiento acelerado de la economía
Boom turístico masivo
Emigración a Europa
Inversión extranjera
Planes de Desarrollo
Industrialización acelerada
Crecimiento: 7% anual
Segunda economía de mayor crecimiento mundial
Turistas: de 6 millones (1960) a 34 millones (1973)
Emigrantes: 1,3 millones a Europa
Crecimiento turismo: 2.403%
Crisis y Fin (1973-1975)Crisis del petróleo
Fin del crecimiento acelerado
Transformación social completada
Bases para la transición democrática
España: 12ª potencia industrial mundial
País industrializado de primer orden
Clase media consolidada
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